Carlos Manuel Figueroa continúa en prisión por el solo
hecho de haber solicitado asilo político en la Embajada de los EEUU en la
Habana.
Hay criterios a favor y en contra de esta acción. Pero
todos coincidimos en que este hombre merece un debido proceso: acceso a un
abogado que lo represente y comunicación con sus familiares. Hasta el momento
estas demandas básicas se le han negado y Carlos Manuel sigue en un limbo
“jurídico”.
Lo peor es que pocos han alzado su voz, algo que no se
explica, cuando existe toda una campaña por la liberación de TODOS los presos
políticos. Precisamente el Foro por los Derechos y Libertades ha presentado un
listado de presos políticos y propone una Ley de Amnistía.
Carlos Manuel es un destacado activista del Movimiento
“Opositores por una Nueva República” y fue uno de los excarcelados a raíz del
pacto Castro – Obama del 17 de diciembre
del 2014.
En un acto desesperado saltó la verja de la sede
diplomática y solicitó asilo político. Su petición no fue escuchada y en cambio
fue entregado a las autoridades cubanas. A partir de ese momento ha sido
víctima de torturas de todo tipo y ha permanecido incomunicado.
En momentos en que las Damas de Blanco encabezan el
accionar de la oposición en Cuba asombra el silencio que hacen casi todos los
medios de prensa en un caso singular. Se está pidiendo por la libertad de
personas que fueran autores de hechos de violencia, y de otros que colocaron
bombas en hoteles: Hablo de Raúl Ernesto Cruz León y Otto René Rodríguez
Llerena (ninguno de estos dos es cubano).
Sin embargo guardamos un silencio casi punible cuando
se trata de un cubano que ejerció el derecho que le confiere el artículo 14 de
la Declaración de los Derechos Humanos. Que estamos ante un caso polémico es
verdad, que Carlos Manuel Figueroa pudo haber canalizado su frustración de otra
manera no lo niego. Pero a la hora de juzgar debemos analizar y valorar todas
las circunstancias que rodean el hecho. Y este es un hombre que ya había sido
denegado por la Oficina de Refugiados Políticos de manera injusta y la decisión
ya no podía ser apelada. La persecución en su contra no había cesado, el no
pertenecía al grupo de los opositores privilegiados que pueden entrar y salir
del país cuando quieren y su situación económica es muy precaria.
La oposición debe ser coherente con su discurso y
sobretodo con sus demandas actuales. Desde este blog hago un llamado a todos
los líderes y activistas pro derechos humanos para que alcen su voz y abandonen
el silencio cómplice de la injusticia.
Estoy tocando las puertas de TODOS los colegas que aún
no me han decepcionado, a los que considero altamente, a aquellos que aún no he
visto en escándalos reiterados, a aquellos que no siguen únicamente sus propios
intereses partidistas, toco a las puertas de los opositores con vergüenza: Hugo Damián Prieto, Elizardo Sánchez y su Comisión de Reconciliación Nacional, Berta Soler y su poderoso Movimiento Damas de Blanco, Ángel Moya y el resto de los Ex
Presos Políticos, Roberto de Jesús Guerra y su Agencia Hablemos Press, Antonio Rodiles y Eliecer Ávila. Estoy tocando también la puerta de los abogados
independientes Wilfredo Vaillín Almeida y René Gómez Manzano.
Todos debemos dedicar aunque sea un twitter a quien
palidece en la Prisión de Valle Grande. De ustedes no espero menos!
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